lunes, 25 de mayo de 2020

CONCEPTO DE HOMBRE PARA PLATÓN




Platón cuyo verdadero nombre era Aristócles, pero que por sus espaldas anchas se lo conoce en el ámbito de la Filosofía con dicho nombre. Fue discípulo de Sócrates y posteriormente fue profesor de Aristóteles.

Para Platón el hombre es un ser compuesto de alma y cuerpo. El cuerpo es lo material, lo corruptible. El alma por su parte, es incorruptible, fue creada por el Demiurgo que la metió en el cuerpo como en una cárcel.

Platón considera que lo real y verdaderamente humano se encuentra en el alma. De un lado, toma el cuerpo y el alma como dos cosas distintas y sólo una de ellas puede ser el hombre, mientras que la otra queda como instrumento a su servicio. De otro lado, nota que aquellas funciones propias del alma tales como sentimiento, razón, reflexión, imaginación etc., son más perfectas e independientes que las del cuerpo, tales como ver, oír, hablar, caminar etc., que son actividades más propensas al fallo.

Platón piensa que los errores que pueden presentarse en las funciones del alma son provocadas por deficiencias en las funciones del cuerpo.

Con todo esto, Platón le da más importancia al alma, quien según Él, ella es la que gobierna y regula el comportamiento del cuerpo.

Como el alma humana tiene comportamientos diferentes y opuestos de acuerdo con las circunstancias, esto permitió a Platón pensar en la existencia de facultades distintas en el alma, que serían las encargadas de dominar los distintos comportamientos del hombre. Esto permite considerar que para Platón de acuerdo a las circunstancias existen las siguientes clases de almas:

ü  Alma racional: Esta actúa en aquellas actividades en donde predomina la razón (reflexión, represión de impulsos agresivos, el diálogo, etc..
ü  Alma pasional: Esta actúa en aquellos momentos en los que somos agresivos, en donde somos temerarios (enfrentamos en peligro sin temor alguno y sin mirar las consecuencias que existan y pongan en juego la supervivencia).
ü  Alma apetitiva: Cuando tenemos comportamientos que solo nos interesa satisfacer apetitos corporales tales como la nutrición y la reproducción.

Podemos concluir diciendo, que Platón considera al hombre como un alma racional encadenada a un cuerpo material y sensible, que busca ante todo salir de él para retornar a un estado original de perfección a través de una continua lucha por lograr mayores y más perfectos conocimientos y evitar caer en los apetitos materiales.




CONCEPTO DE HOMBRE PARA SÓCRATES




Sócrates, es el maestro de los filósofos de la Edad de oro y uno de los más grandes pensadores de todos los tiempos. Vivió en Atenas durante la época de Pericles que fue el mismo de los Sofistas (maestros ambulantes de sabiduría que cobraban por enseñar filosofía). Hablaba en el ágora (plaza pública) pero su doctrina era diferente de la de los Sofistas.

Los Sofistas habían creado en Grecia una crisis de valores con su relativismo. Las leyes, la religión y su filosofía, habían perdido su verdadero sentido, Sócrates se les opuso con fuerza; quiso probarles que sus teorías no conducían a nada, que la verdad si existe y era posible alcanzarla. Por todo esto sus enemigos le acusaron de ser corruptor de la juventud y los jueces lo condenaron a beber la cicuta.

Sócrates no escribió ninguna obra, lo cual impide conocer con exactitud su verdadero pensamiento. Conocemos su filosofía gracias a Platón y Jenofonte. La preocupación fundamental de Sócrates fue el hombre.

Para Sócrates el hombre es un ser racional preocupado por el conocimiento de la virtud. La virtud para Sócrates debe ser entendida como el obrar de manera racional, esto es, obrar bien.

Sócrates consideraba que el problema del hombre es un problema por el conocimiento. Hay ante todo que empezar por conocerse a uno mismo. De allí la frase de Sócrates: “Conócete a ti mismo”. Para este autoconocimiento Sócrates recomienda el método de la Introspección que consiste en adentrarse en sí mismo en búsqueda de aquello específicamente humano que hay en nosotros.

Aquí es de anotar, que toda persona por insignificante que sea, tiene un mínimo de virtud. Es decir, un mínimo saber o conocimiento. Ese mínimo conocimiento en cualquier ser humano.

Tenemos entonces, que el punto de partida de la filosofía socrática es admitir la propia ignorancia, lo que se ha  llamado Ironía socrática, que se constituye en un primer momento de un método para poder llegar al conocimiento. En sí se trataba de llevar a las personas por medio de preguntas a recocer su propia ignorancia como condición básica para la investigación. Caminando por las calles, hacía preguntas simples y sencillas sobre lo que el interlocutor quería conocer, aunque desconocía su verdadero significado. De allí su frase “Solo sé que nada se”. Buscaba probar a los hombres que en realidad era muy poco lo que se sabía del hombre y de las cosas.

El segundo momento del método para llegar al conocimiento es la Mayéutica, que consiste en estimular el interés de sus oyentes para que ellos descubran la verdad que está en sí mismos. Según Sócrates es ayudar a parir o dar a luz las ideas como hace una partera con una madre que va a tener un hijo. Este momento del método nos lleva a la investigación en común, porque hace al hombre capaz de aclarar sus propias ideas frente a sí mismo y frente a los demás, de tal manera que la verdad se constituye del diálogo continuo con los demás.

Haciendo uso de la razón, el hombre se hace dueño de sí y alcanza la sabiduría que conduce a la virtud ya que solo el hombre sabio es virtuoso.



PRIMERAS ESCUELAS FILOSÓFICAS GRIEGAS


                                                                 
1.  LA ESCUELA JÓNICA: El primer pensador considerado un filósofo fue Tales de Mileto, originario de esta ciudad, en la costa jónica de Asia Menor, que vivió a finales del siglo VII a.C. y principios del siglo VI a.C. Alabado por las generaciones posteriores como uno de los Siete Sabios de Grecia, se interesó por los fenómenos astronómicos, físicos y meteorológicos, y sus investigaciones científicas le llevaron a pensar que todos los fenómenos naturales son formas diferentes de una sustancia fundamental (una primera idea sobre el monismo) que él creía era el agua, pues pensaba que la evaporación y condensación eran procesos universales. Anaximandro, discípulo de Tales, mantenía que el primer principio a partir del cual surgen todas las cosas es una sustancia intangible, invisible e infinita que llamó apeiron (`lo ilimitado'). Comprendió, sin embargo, que en todas las cosas se podía encontrar una sustancia no observable, por lo que su noción de lo ilimitado anticipó la noción moderna de un Universo sin límite. Esta sustancia, afirmaba, es eterna e indestructible. Debido a su movimiento continuo, las sustancias conocidas —como calor, frío, tierra, aire y fuego— evolucionan de una forma ininterrumpida generando a su vez los distintos objetos y organismos que configuran el mundo que conocemos por los sentidos.
El tercer gran filósofo jónico, Anaxímenes, volvió a la suposición de Tales de que la sustancia primera es algo conocido y material, pero mantuvo que ésta es el aire en vez del agua. Creía que los cambios que experimentan los objetos se pueden explicar en términos de rarefacción y condensación del aire. 
2. LA ESCUELA PITAGÓRICA: Hacia el año 530 a.C., el filósofo Pitágoras de Samos fundó una escuela de filosofía en Crotona, en la Magna Grecia, al sur de Italia, que fue más religiosa y mística que la escuela jónica. Pretendía conciliar la antigua visión mítica del mundo con el creciente interés por la explicación científica. El sistema de filosofía resultante —que se conoció como pitagorismo— aunó las creencias éticas, sobrenaturales y matemáticas en una visión espiritual de la vida. Los pitagóricos enseñaron y practicaron un sistema de vida basado en la creencia de que el alma es prisionera del cuerpo, del cual se libera al morir y se reencarna en una forma de existencia, más elevada o no, en relación con el grado de virtud alcanzado. El principal propósito de los seres humanos tendría que ser la purificación de sus almas mediante el cultivo de virtudes intelectuales, la abstención de los placeres de los sentidos y la práctica de diversos rituales religiosos. Los pitagóricos —que descubrieron las leyes matemáticas del tono musical— dedujeron que el movimiento planetario produce una “música de las esferas” y desarrollaron una “terapia a través de la música” para lograr que la humanidad encontrara su armonía con las esferas celestes. Identificaron la ciencia con las matemáticas y mantuvieron que todas las cosas son reductibles a números y figuras geométricas. Realizaron grandes contribuciones a las matemáticas, la teoría musical y la astronomía.
3. LA ESCUELA DE HERÁCLITO DE ÉFESO (Jonia): Continuando la búsqueda de la sustancia primigenia que iniciaron los jonios, afirmó que ésta es el fuego. Observó que el fuego produce cambios en la materia y anticipó la teoría moderna de la energía. También afirmó que todas las cosas se encuentran en un estado de flujo continuo (panta rei), que la estabilidad es una ilusión y que sólo el cambio y la ley del cambio (o logos) son reales. La doctrina del logos de Heráclito, que identificaba las leyes de la naturaleza con una mente divina, evolucionó hacia la teología panteísta del estoicismo.
4. LA ESCUELA ELEÁTICA: En el siglo V a.C., Parménides fundó una escuela de filosofía en Elea, colonia griega situada en la Magna Grecia. En su única obra conocida, Sobre la naturaleza, adoptó una actitud opuesta a la de Heráclito en la relación entre estabilidad y cambio, y mantuvo que el Universo o lo que es, es decir, el ente, se puede describir como una esfera indivisible e inmutable y que toda referencia a cambio o diversidad es por sí misma contradictoria. Mantenía que nada puede ser realmente afirmado excepto “lo que es” (el ente). Zenón de Elea, discípulo suyo, intentó probar la unidad del ser afirmando que la creencia en la realidad de cambio, la diversidad y el movimiento lleva a paradojas lógicas. Las aporías de Zenón llegaron a ser enigmas intelectuales que filósofos y lógicos de todas las épocas posteriores han intentado resolver. El interés de los eleáticos por el problema de la consistencia racional propició el desarrollo de la ciencia de la lógica.
5.  LA ESCUELA PLURALISTA: La especulación en torno al mundo físico iniciada por los jonios fue continuada en el siglo V a.C. por Empédocles y Anaxágoras, que desarrollaron filosofías que sustituían la descripción jónica de una sustancia primera única por la suposición de una pluralidad de sustancias. Empédocles mantenía que todas las cosas están compuestas por cuatro elementos irreductibles: aire, agua, tierra y fuego, combinados o separados por dos fuerzas opuestas según un proceso de alternancia: el amor y el odio. Mediante este proceso, el mundo evoluciona desde el caos hasta la forma y vuelve al caos otra vez, en un ciclo reiterado. Empédocles consideró el ciclo eterno como el objeto verdadero del culto religioso y criticó la creencia popular en divinidades personales, pero no consiguió explicar cómo los objetos conocidos por la experiencia pueden desarrollarse al margen de factores que son por completo distintos a ellos. Por consiguiente, Anaxágoras sugirió que todas las cosas están compuestas por partículas muy pequeñas o “semillas”, que existen en una variedad infinita. 
6. LA ESCUELA ATOMISTA:  Fue un paso natural el que condujo desde el pluralismo hasta el atomismo, interpretación según la cual toda materia está compuesta por partículas diminutas e indivisibles que se diferencian sólo en simples propiedades físicas como el peso, el tamaño y la forma. Este paso se dio en el siglo IV a.C. con Leucipo y su colaborador más conocido, Demócrito de Abdera, a quien se le atribuye la primera formulación sistemática de una teoría atómica de la materia. Su concepción de la naturaleza fue materialista de un modo absoluto, y explicó todos los fenómenos naturales en términos de número, forma y tamaño de los átomos. Redujo las cualidades sensoriales de las cosas (como calor, frío, gusto y olor) a las diferencias cuantitativas de los átomos. Las formas más elevadas de existencia, como la vida de las plantas y animales e incluso la humana, fueron explicadas por Demócrito en términos físicos en sentido estricto. Aplicó su teoría a la psicología, la fisiología, la teoría del conocimiento (Epistemología), la ética y la política, y presentó así el primer planteamiento amplio del materialismo determinista que afirma que todos los aspectos de la existencia están determinados de forma rígida por leyes físicas.

Tomado de Internet.

FILOSOFÍA DEL PERÍODO PRESOCRÁTICO



Se le llama filosofía del Período Presocrático a aquella filosofía que se dio en época antes de Sócrates. Estos filósofos presocráticos se dedicaban a reflexionar sobre el origen del Cosmos o Universo.

El primer aspecto en el cual se quiso encontrar una unidad de criterio fue en la composición del Cosmos. Como idea básica se tiene que esa composición es material. ¿Pero de qué tipo de materia?

Ante esta pregunta se establecen dos tendencias: una sensualista, orientada a determinar un elemento visible en la naturaleza (que pueda captarse pos medio de los sentidos), que por su mayor presencia, o por su importancia en el mantenimiento de la vida, se considera la materia constitutiva. En este grupo de filósofos presocráticos Tenemos a Tales de Mileto que proponía el Agua, Anaxímenes (el Aire), Heráclito de Éfeso (el Fuego), Empédocles (Los tetraelementos: Tierra, Agua, Aire y fuego),

Se le llama filosofía del Período Presocrático a aquella filosofía que se dio en época antes de Sócrates. Estos filósofos presocráticos se dedicaban a reflexionar sobre el origen del Cosmos o Universo.

El primer aspecto en el cual se quiso encontrar una unidad de criterio fue en la composición del Cosmos. Como idea básica se tiene que esa composición es material. ¿Pero de qué tipo de materia?

Ante esta pregunta se establecen dos tendencias: una sensualista, orientada a determinar un elemento visible en la naturaleza (que pueda captarse pos medio de los sentidos), que por su mayor presencia, o por su importancia en el mantenimiento de la vida, se considera la materia constitutiva. En este grupo de filósofos presocráticos Tenemos a Tales de Mileto que proponía el Agua, Anaxímenes (el Aire), Heráclito de Éfeso (el Fuego), Empédocles (Los tetraelementos: Tierra, Agua, Aire y fuego), Anaxágoras (Tierra), Jenófanes (Tierra y Agua).  

Una segunda tendencia, es la racionalista, que considera  que determinar como elemento constitutivo de la materia a un elemento claramente caracterizable, no es lícito, ya que sus características específicas no se pueden desarrollar las características de otros fenómenos muy diferentes (por ejemplo, el fuego no puede venir de agua, o la dura piedra del aire). Es decir, que conciben una entidad que elimina cualquier tipo de característica sensible, o sea, que ignora todo aquello que está sujeto a la apreciación de los sentidos. Representan esta tendencia racionalista: Anaximandro (lo indeterminado o apeiron), Demócrito y Leucipo (con el Átomo) y el más importante de todos, Parménides de Elea, quien encontró que lo único común e indispensable a toda cosa era (el Ser), y que por tanto, este debía ser el constituyente fundamental de toda cosa. Ser, aquí es todo lo que existe. 

Parménides con su concepción del Ser, funda una de las ramas de la Filosofía llamada Ontología (estudia al Ser en cuanto ser, es decir, que estudia todo lo que existe y por qué existe.







 (Tierra), Jenófanes (Tierra y Agua).  


Una segunda tendencia, es la racionalista, que considera  que determinar como elemento constitutivo de la materia a un elemento claramente caracterizable, no es lícito, ya que sus características específicas no se pueden desarrollar las características de otros fenómenos muy diferentes (por ejemplo, el fuego no puede venir de agua, o la dura piedra del aire). Es decir, que conciben una entidad que elimina cualquier tipo de característica sensible, o sea, que ignora todo aquello que está sujeto a la apreciación de los sentidos. Representan esta tendencia racionalista: Anaximandro (lo indeterminado o apeiron), Demócrito y Leucipo (con el Átomo) y el más importante de todos, Parménides de Elea, quien encontró que lo único común e indispensable a toda cosa era (el Ser), y que por tanto, este debía ser el constituyente fundamental de toda cosa. Ser, aquí es todo lo que existe. 

Parménides con su concepción del Ser, funda una de las ramas de la Filosofía llamada Ontología (estudia al Ser en cuanto ser, es decir, que estudia todo lo que existe y por qué existe.








INICIOS DEL SABER HUMANO


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1.
 Desde que el ser humano se estableció en la tierra ha tenido necesidad de saber. Esto se demuestra con hechos tales como haber aprendido que el agua calma la sed; que el fuego calienta la cueva donde vivía; reconoció el peligro de las fieras, entre otros.
2.
 El ser humano de esa época, fue observando que la naturaleza le presentaba una serie de fenómenos naturales que de un lado, unos lo llenaban de asombro o admiración tales como: la lluvia, los eclipses, el arcoíris, las auroras boreales, entre otros. De otro lado, se le presentaban fenómenos naturales que lo llenaban de temor o miedo, entre otros, el trueno, las tempestades, huracanes, avalanchas.
3.
 Es cuando el ser humano de esas épocas, se pregunta ¿de dónde proviene ese flujo universal? y para dar respuesta a este interrogante, es decir, para explicarse los fenómenos que los afectaban, dar explicaciones sobre el origen del mundo y del mismo hombre, utilizó los Mitos y las creencias.
4.
 El Mito debe ser entendido como el conjunto de narraciones fantásticas en torno a los dioses. En otras palabras, abstracciones en forma de religión o de tradiciones y por eso también fueron formas de saber, es decir, interpretaciones de los fenómenos.

5.
 La explicación mítica consistía en que a cada fenómeno natural, le asignaban un dios que lo producía; así por ejemplo: el dios de la lluvia era el que producía la lluvia; otro ejemplo, el dios de trueno era el que producía el trueno y así sucesivamente.

6.
Ante la variedad de los fenómenos y el continuo aparecimiento de nuevos hechos por explicar, se creó la necesidad de reflexionar sobre las explicaciones ya dadas.

7.
 La situación se agravó en el momento en que por el intercambio de productos se estableció un enriquecimiento cultural. Pues, llegan nuevas y aún más diversas explicaciones que terminan por crear confusión; ya que, a un mismo fenómeno natural (ejemplo la lluvia), en diferentes lugares, le asignaban dioses diferentes que la producían. No sabían a qué atenerse.

8.
Es cuando nace la necesidad de unificar las explicaciones. Unificación que consistía en dar razones universales, es decir, válidas para todo fenómeno posible. De esto se sigue que la imaginación y fantasía mitológicas se fueron abandonando, para dar paso a una forma más consciente, seria y racional, en donde se establecieron principios o normas que permitieran comprender más acertadamente y a mayor número de personas el devenir de las cosas.

9.
No obstante, la explicación mítica se constituye en el primer testimonio de la sabiduría primitiva. Fue la primera forma de querer explicar lo que sucedía a su alrededor.

10.
 Para los griegos, las narraciones míticas son contadas por Homero en La Iliada y La Odisea y por Hesíodo en La Teogonía (trata sobre el origen o linaje de los dioses), y La Cosmogonía (trata sobre el origen de Cosmos o Universo).